Dinero verde, ahorro = a beneficio

No va a tratar este post del billete verde, el dólar o - como dicen algunos mexicanos - el “cuerito de rana”.
 
Lo que tratamos hoy es el dinero que nos puede generar un comportamiento responsable en materia ambiental: “dinero verde”. Dinero que procede del ahorro en consumos innecesarios, de los productos complementarios que puede generar el cuidado ambiental y de las ayudas y apoyos a nuestro marketing que supone una gestión sustentable en nuestro hotel, lodge o casa rural.

Alojamientos turísticos amigables con el medio ambiente

Si uno pregunta, todos somos ecologistas. Estamos a favor de preservar el medio ambiente, proteger a los pajaritos, no ensuciar el planeta y reducir el efecto del cambio climático. Otra cosa es lo que hacemos realmente para hacer efectivos esos deseos bienintencionados.

Para muchos, invertir en manejo ambiental es un lujo, un gasto en imagen que solo reporta dolores de cabeza.

Y, sin embargo, eso solo sucede cuando la gestión ambiental de nuestros establecimientos no forma parte del “núcleo duro” de nuestra visión del negocio. Para que el esfuerzo sea rentable no se trata tanto de ser “ecologista”, sino de ser “sustentable”

¿En qué consiste eso de ser “sustentables”?

La sustentabilidad no es una actitud, sino una metodología de trabajo en los negocios turísticos.

Podemos considerar que nuestro negocio es sustentable cuando aplicamos los principios de la sustentabilidad a todos los aspectos de nuestro hotel, lodge o casa rural y de nuestra proyección hacia el mercado. Y eso se consigue actuando sobre los tres grandes factores de sustentabilidad:

1 Nuestro negocio no puede afectar a la conservación del entorno natural ni a los valores culturales del destino.

2 Nuestro negocio debe proyectarse sobre la comunidad humana en la que está inmerso procurando el respeto por sus tradiciones y modos de vida y procurando el bienestar y el desarrollo económico de la misma.

3 Nuestro negocio debe ser un negocio rentable, que produce beneficios y que cumple con sus obligaciones.

No es solo una pose ni un principio ético, sino una forma de hacer rentable el negocio contribuyendo a la mejora de las condiciones ambientales y sociales de nuestro entorno.

¿De donde sale el “dinero verde”?

Las inversiones en sustentabilidad hay que hacerlas siempre pensando en el beneficio que producirán. Un ojo puesto en el medio ambiente y la comunidad y otro puesto en la caja.

Adelantamos algunos principios básicos para que esto suceda:

Ahorros efectivos:
Mejorar los ahorros en consumos de servicios: electricidad, agua potable, otras fuentes de energía, reciclado de ciertos residuos… no solo disminuye nuestra huella de carbono, ahorra dinero. Y es importante a la hora de planificar las inversiones necesarias para esos ahorros cuantificar cuanto reduciremos los gastos en estas materias.
Hacer un seguimiento de estos ahorros ayuda a tomar en serio las iniciativas ambientales.

Gestión de la reputación:
Si bien no se puede decir que los turistas sean todos especialmente cuidadosos con el medio ambiente, si es clara una de las tendencias actuales más notorias: Nadie quiere ser tildado de culpable ambiental. Ni siquiera el hooligan menos cuidadoso, quiere sentirse un depredador ambiental.

Lo verde vende

Una certificación ambiental nos ayuda a destacar, genera simpatía y permite una mejor gestión de precios. Si vamos a hacer algo por el medio ambiente, al menos hay que aprovecharlo.

Algunos proveedores y portales de comercialización como Tripadvisor ya tienen establecido el reconocimiento de las certificaciones ambientales en sus selecciones de venta.

Existen también páginas y blogs específicos para hoteles “verdes” que son visitados por los clientes más sensibles al tema y donde la presencia de nuestro establecimiento puede suponer una ventaja competitiva. (p. ej. http://www.ecohotelsoftheworld.com/homepage.html

Toda nuestra comunicación externa tiene que reflejar ese carácter específico de la gestión sustentable y eso con base en datos reales, certificaciones y descripción de actividades. No vale las consideraciones genéricas tipo “el hotel tiene un especial cuidado con su entorno”, hay que contar que estamos haciendo y los resultados obtenidos.

Sería bueno consultar el nivel de compromiso y el valor de certificaciones como Rainforest Alliance, Green Globe o Leed y las certificaciones ambientales de los países en que se encuentra nuestro establecimiento. (En muchas ocasiones una certificación internacional se equipara a las certificaciones nacionales).

Las páginas de las certificaciones también publican reseñas de los hoteles que se certifican como la argentina www.hotelesmasverdes.com, que permite hasta hacer reservas en hoteles ecológicos. En España hay páginas y blogs, como Escapio, http://es.escapio.com/hoteles-ecologicos/espana  que ofrece también la posibilidad de reservas.
Pero incluso hemos encontrado ejemplos de proveedores de productos “ecológicos” que reseñan a sus establecimientos clientes, como www.ecoactivate.co, de Colombia que es patrocinada por una empresa de productos para limpieza.

Convertir lo ambiental en producto

Este es quizá el aspecto más complejo de la búsqueda de beneficios mediante la gestión ambiental, pero posiblemente sea el más rentable. Aquí es necesaria una combinación de innovación y benchmarking. Si logramos convertir nuestro producto de alojamiento en una experiencia ambientalmente sustentable podremos obtener desde un aumento directo de los precios, hasta nichos de negocio con los que no contábamos.

Por dar algunos ejemplos:
- Actividades educativas ecológicas con los niños.
- Excursiones de observación de aves y ayudas a las especies en peligro.
- Jardín vivero de plantas autóctonas: conocer y comprar.
- Convivencia con productos comunitarios que se usan en el hotel y que finalmente también están a la venta.
- Experiencias y recorridos ecológicos y paisajísticos como producto complementarios.
- Tienda de artesanías auténticas y bien seleccionadas.
¿Por cuánto podemos vender estos complementos a nuestros clientes que ya nos eligieron por nuestras certificaciones y programas ambientales?

Temas de reflexión

¿Llevamos una cuenta sencilla de las inversiones realizadas en gestión ambiental y los beneficios recibidos de las mismas?

¿Cómo sentimos el cambio a las bombillas de bajo consumo? ¿Se siente como una imposición o como una inversión que producirá beneficios?

¿Cuándo fue la última vez que realizamos un balance de la “huella de carbono” de nuestro hotel? Los métodos de cálculo están disponibles gratis en Internet. (En España http://www.magrama.gob.es/es/cambio-climatico/temas/mitigacion-politicas-y-medidas/Registro-Huella-Carbono.aspx)

¿En qué programas de conservación, regeneración o mantenimiento ambiental participa nuestro establecimiento? ¿Contamos con una certificación creíble de manejo ambiental?

¿Tenemos establecido algún tipo de iniciativa a favor del empleo de mano de obra local o de apoyo a instituciones de capacitación para la población local?

¿Aprovechamos el apoyo a la cultura local y el respeto por la misma en productos que enriquezcan la experiencia de viaje para nuestros clientes?

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